Muchos amigos me preguntan qué es Reiki, y he querido aprovechar este blog que ha comenzado como una bitácora, para dejar alguna información aunque sé que en la Internet pueden encontrar miles de páginas que hablan de ello, incluso vídeos en you tube que muestran en vivo sesiones de Reiki.
Haré esta entrada desde mi experiencia
personal como paciente y estudiante buscando la certificación.
Si tenemos que dar una
definición, la más simple es: Reiki es energía universal y energía vital. Eso
es lo que significa literalmente esta palabra sánscrita.
Reiki es una técnica de
canalización y transmisión de nuestra energía y de la energía universal a través
de las manos. Actúa en profundidad, yendo a la raíz del problema físico o
emocional.
En la parte física he comprobado
que mejora las dolencias, lesiones y el ritmo del metabolismo. En la parte
emocional nos ayuda a cambiar hábitos dañinos, a manejar nuestra agresividad buscando y encontrando desde la paz el equilibrio espiritual y mental..
Ayuda a bajar los niveles de ansiedad, de pánico,
inseguridad, etc., nivelando la energía interna que lleva a reordenar las células
y a fortalecer el sistema inmunológico. Muchas
de nuestras enfermedades se manifiestan en el plano físico porque han sido dolores previos en el plano emocional que no se
han revisado ni atendido en forma consciente.
La terapia Reiki puede ser
recibida por todos como una terapia complementaria a la medicina convencional,
ya que ha sido reconocida desde el año 2000 por la OMS (Organización Mundial de
la Salud) y se emplea en algunos de los mejores hospitales del mundo con gran éxito.
Dije que hablaría desde mi
experiencia personal y desde ahí puedo decirles que no estaba familiarizada con
disciplinas orientales, disciplinas que hablaran de sincronización de los
chacras o de energía, y mucho menos que hablaran de meditación ya que fui criada
dentro de la religión católica y esta, no tiene ninguna afinidad con lo antes
mencionado. Es más, algunos católicos dicen que no está bien, pero no me creo
con autoridad para decir si están o no equivocados, solo puedo decirles que
desde que estoy en este camino de auto-conocimiento, crecimiento personal y expansión
de la conciencia, soy capaz de entender mucho mejor la comunicación con Dios
y mejorar la mía con él cada día de la vida.
Pero de eso no quería hablar,
quería hablar de Reki como terapia para armonizar nuestro cuerpo, nuestra mente
y mejorar la salud en todos los planos.
Fui diagnosticada con
Fibromialgia hace 18 años, debo aclarar que mi temperamento aparentemente es
fuerte y generalmente no me dejo amilanar por los problemas. Entonces decidí
que todo aquello que leía acerca de la enfermedad no se iba a dar en mi. Nunca
caí postrada en una cama, ni tampoco deje de trabajar un solo día por los
dolores que pudiera sentir, pero eso no quiere decir que no los tenía. Tomaba analgésicos
y seguía la vida, en las noches tomaba más analgésicos y dormía. Esto trajo una
descompensación en las horas de sueño y producto del insomnio se dieron otras
dificultades a nivel emocional. Todo lo solucionaba con las drogas que me
recetaban los mejores médicos y creí que mantenía la enfermedad a raya porque
me mantenía en movimiento. Pero ella seguía ahí, sintomática aunque yo la
acallara.
Por circunstancias de la vida,
por experiencias que me han tocado vivir, decidí un día buscar alternativas
para aprender a mejorar a nivel personal y fortalecer mí parte espiritual. Así llegué a Reiki (esto dentro de otros procesos) y aunque no funcionó de
entrada porque nada es milagroso y todo necesita de nuestra voluntad, se
abrieron mis ojos y supe que podía funcionar. Ha sido un camino largo, como
todo, con sus tropiezos, pero hoy doy fe que en mi, ha hecho todo el bien y de
manera que se puede comprobar.
Les contaré por qué. Dicen los hematólogos
que las plaquetas se suben cuando hay un proceso inflamatorio, (dentro de las
muchas causas, desde la menos grave a la más grave), yo desde hacía más de un
año y medio venía manejando mis plaquetas altas y todos los otros exámenes salían
bien. Cuando hablo de TODOS, son todos. No había otro valor alterado en ningún examen
clínico ni de laboratorio y esto nos llevaba
a buscar más. Un especialista en Hematología me dijo que el cuerpo se había acostumbrado
al dolor (también tengo un problema cervical severo) y que tal vez esta era la forma que tenía el cuerpo para avisar que había una inflamación crónica ya que no le prestaba
atención al dolor. Pues si quería estar tranquila debía hacer todo lo posible para bajar esas plaquetas. Aunque algunos médicos
convencionales no le dan crédito a estas disciplinas, yo puedo decir que
haciendo Reiki, desbloqueando los
puntos energéticos de mi cuerpo, cambiando algunos hábitos alimenticios y de pensamiento,
después de tantos meses con esa alteración en mis plaquetas, ellas han vuelto a marcar normal sin recurrir a ninguna droga. Mis músculos están más livianos,
los dolores casi ni se sienten y lo mejor es que ya no pueden hablar de una inflamación
crónica.
REIKI me ha ayudado en todos los
planos de la vida, en mi parte emocional también ha sido una gran herramienta,
pero no quiero hacer más extensa esta entrada.
Por último quiero compartirles que
como en todo, para ver los resultados debemos ser constantes y CREER.
En todo camino hay lágrimas y
dudas pero vale la pena intentar todo aquello que nos ayude a vivir mejor.
Soltar, equilibrar, elevar el amor propio, todo esto y más lo conseguimos con la práctica
del REIKI.
Reiki es y ha sido para mi un camino a la sanación.
PD: Gracias a todos aquellos que
me han escrito al correo y me han comentado o me han pedido que abra la opción para dejar comentarios. En realidad no quiero todavía mantener esto como un intercambio de
blogs, simplemente como lo dije antes, por ahora es un simple compartir.
Un abrazo de luz
Susana Jiménez Palmera
Susana Jiménez Palmera